martes, 22 de julio de 2014

“El corazón humano es más proclive a entender mejor una idea o un pensamiento cuando se le obsequia en forma de cuento." ( Federico Campbell )


El maestro Campbell, a partir de Chomsky, Proust, Lacan y por supuesto Jung, nos habla del "inconsciente narrativo" para referir ese caudal de historias que fraguamos de manera indeliberada, como una predisposición neurobiológica innat
a que nos constituye y define. Las ramificaciones de este concepto se vuelven tentadoras para inferir: tal vez más que por el lenguaje que nos permite expresarnos, somos humanos por nuestra capacidad de urdir historias. Y podríamos hablar entonces de un generalizado "Síndrome de Scherezada", recordando a la joven oriental que salvó la vida al contar cada noche un relato al sultán homicida, porque sin historias con las cuales entendernos, rebobinarnos, reinventarnos, perderíamos nuestra vida psíquica y emocional.

(...)

Y es que de eso se trata el asunto de esa narrativa inmanente a nuestra hambre de urdir historias. Un pálpito en el tiempo, una sombra en movimiento, una Scherazada que susurra a nuestro oído: "Aún estás vivo".



Ana Clavel

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