lunes, 1 de junio de 2020

GASTERÓPODOS SOMOS 
Y EN EL CAMINO ANDAMOS

La esfera brillante se detuvo desconcertada. El caracol se había plantado frente a ella con aire desafiante, con aspecto de enojo. Las arenas curiosas se arremolinaron para mirar de cerca el encuentro.
El caracol estaba perdido, no tenía nada que hacer ahí, no pertenecía. La esfera brillante se lo dijo con tacto, tú eres de tierra, de agua dulce, pero el caracol dijo con firmeza: he venido a conocer el mar, entonces las arenitas lo arroparon y el sol que descendía le regaló un atardecer que incendió su mirada.

La esfera no dijo nada más, también ella estaba perdida, también ella había venido de lejos en la bolsa de alguien. Y lo entendió e
ntonces
. Uno debe ir a donde la vida lo lleve y a donde necesite estar.



Marcia Trejo "Kikey"