martes, 12 de noviembre de 2013

   La afligida añoranza de su mujer despertó en Viktor Frankl otro inhumano recuerdo:al ingresar en el campo, su esposa estaba embarazada. Los nazis no permitían dar a luz a las mujeres judías. Por eso fue forzada a abortar. Antes de consumarse el aborto, su mujer y él decidieron dar nombre a la criatura: Harry o Marion, según hubiese nacido hombre o mujer. De ahí la aparentemente enigmática dedicatoria de su libro "Psicoterapia y humanismo": Para Harry o Marion, que no han nacido todavía.

 


 
"El hombre en busca de sentido"

No hay comentarios.: