sábado, 12 de octubre de 2013

...esa noche el automóvil no arrancó, así que encendí mis manos. Recorrí sin rumbo la carretera de su piel. La calle era una fiesta; toda iluminada; mas los semáforos no servían, así que hice caso a sus suspiros. Dí giros a la izquierda; atajos sin previo aviso; pendientes de subida, y vueltas en "u" con rechinido de dedos. No fueron los kilómetros/hora sino besos/lunares como recorrí "Corpus", la ciudad de mi amada...El auto estaba desvielado tanto como mis manos, pero hicieron una buena noche.



Edén Rojas

No hay comentarios.: