domingo, 28 de octubre de 2012


Conmigo no llegó el ramo de flores,
ni el vestido blanco, ni la risa.
Sigo siendo esa chamaca, ya medio vieja.
Ahora respiro pura ceniza, aspiro.
Mi propia sangre me abandonó,
Mi carne cerrada, como una piedra.
Me ahoga el olor de la sangre pública,
Rueda en la calle la sangre ajena.
Tanta, tanta muerte.
No hay nada más.
 

Carmen Boullosa
"La patria insomne"

No hay comentarios.: