jueves, 17 de febrero de 2011



Desde hace treinta años don Fidencio hace todas las velas de cera que se prenden en el pueblo y las gentes van a preguntarle: ¿Son de cera líquida? Y les clavan las uñas… Porque las velas de cera se calan con la uña. Si uno siente como que la uña se atrapa al clavarla, son de cera líquida. Cuando hay parafina, la uña se resbala.
Calar las velas de don Fidencio es un sacrilegio. Todas las noches el cerero borra con los dedos las ofensivas huellas de desconfianza.

-- Voy a llevar una de a cincuenta. Déjeme escoger…

--Todas son iguales señora, todas son iguales.

--Sí pero hay unas que están muy manoseadas.. Deme ésta que está más limpiecita… no, mejor esta otra. A ver, déjeme ver…



Juan José Arreola
LA FERIA


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