miércoles, 23 de junio de 2010


Los tiempos han cambiado tanto que se intelectualiza el futbol en exceso, se considera que cualquier entrenador con ingenio es un filósofo y se publican cosas lamentables en nombre del amor a la camiseta. Lo decisivo, a fin de cuentas, es que el futbol se percibe como cosa mental. Nadie puede jugarlo ni verlo sin imaginación. Se los digo yo, que una vez gané la Copa del Mundo, y no tuve necesidad de despertarme.




Juan Villoro
fragmento en el libro "Dios es redondo"
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