sábado, 24 de abril de 2010


Sostener el sol en las manos sin quemarnos y convertirlo en una antorcha que guíe a otros en la oscuridad, es un acto doloroso y una bendición que necesitamos. Cierto día, los dogmas que nos encadenan serán derribados por una conciencia tan luminosa que se fundirá con el sol, y llegará hasta los confines ideales de la dignidad y la libertad humana.





ODISEAS ELYTIS
Premio Nobel de Literatura 1979
fragmento del discurso pronunciado al recibir el Nobel.



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