viernes, 16 de abril de 2010


DISTAN
CIAS

Rafal Gallo, señor de los ruedos, había cumplido gran faena en la plaza de toros de Albacete y había recibidio, en trofeo, las orejas y el rabo.
Mientras se quitaba su traje de luces, el diestro decidió:
- Ahora mismo nos volvemos a Sevilla.
El ayudante le explicó que no se podía, que ya era muy tarde.
-Y con lo lejos que está Sevilla...
-¡Quietoooooo!!
Y hecho un relámpago de furia, puso las cosas en su sitio:
- ¿Qué has dicho tú?, qué has dicho? Sevilla está donde debe estar. Lo que está lejos es esto.



Eduardo Galeano
Bocas del tiempo
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