jueves, 2 de julio de 2020

En estos días en que muchos la hemos pasado mal y otros la han pasado peor, es difícil sentir que podemos gozar lo superfluo, y yo creo que pasamos por todo tipo de emociones, pero las pequeñas cositas que nos hacen felices en el día se nos vuelven más necesarias (las personas ni se diga). Quitando el montón de preocupaciones o tristezas que pueda experiementar, hoy escuché mi espiral con duetos de Eugenia León y me sentí contenta, probé un pastel espectacular y me sentí contenta, de lejitos vi jugar a mi sobrina y me sentí feliz, vino mi tía a comer por su cumpleaños (en la dichosa sana distancia) y estuvimos muy contentos, platiqué con una amiga (vía zoom) y en el contexto COVID, compartimos esperanzas y me sentí feliz. Saludé, aunque de lejos, a los hijos de unas amigas y fue padrísimo. Bueno, cada día hay un montón de maravillas que salen como florecitas entre las baldozas de algunas banquetas. Y pido, espero, imploro que todos tengamos salud y que los que están batallando por problemas económicos empiecen a ver la luz para que podamos seguir gozando de esta hermosa vida.



Marcia Trejo "Kikey"

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