viernes, 28 de septiembre de 2018

TRAVESÍA

El día estaba un poco nublado, pero aún así habría que navegar, surcar el mar para acariciarlo y alisar sus exabruptos.

De cualquier forma era necesario para que no se levantaran olas alocadas que lo hicieran ver revuelto.


El marinero se alistó y comenzó el viaje y de alguna manera ese mar tomó forma sosegada, dejó de ser una ensortijada envejecida y grisácea cabellera para volverse viento que intenta en su vaivén, acariciar el cuerpo y la esperanza.


.

Marcia Trejo "Kikey"

No hay comentarios.: