Alguien lanza una piedra
el cielo reacciona en ondas
que alcanzan a una estrella.
La luna se sonríe
ella lo sabe
ella guarda el secreto de la noche.
.
Marcia Trejo Vega (kikey)
sábado, 23 de diciembre de 2017
jueves, 21 de diciembre de 2017
Benditas vacaciones! me puedo desvelar y a mitad de la noche me reconozco más, escucho más claramente mi voz y en el silencio me recompongo, me organizo y sueño. Tengo miedo, pero también tengo esperanza.
Es interesante cómo a muchos les da miedo la oscuridad, porque a mí me perturba más la luz del día.
Así que benditas vacaciones, que me regalan un boleto para disfrutar la noche y viajar por mí misma.
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DESVARÍOS,
LO QUE ESCRIBO,
YO
lunes, 11 de diciembre de 2017
miércoles, 22 de noviembre de 2017
Hubo
quien quiso venir
quien emitió sonidos que se volvieron aves
palabras
de plumas de colores
que
vertieron su canto
en la
vasija de mi corazón,
quien
miró mis órbitas luminosas
y se
quedó descansando ahí
hasta volverme nido
Hubo quien dijo una y otra vez
ven, cielo, puente, besos, risas,
y ese quien no era nadie
y era alguien
y tenía un nombre
y yo no podía decirlo
y no quería
pero le daba vueltas en mi boca
como al
hueso de ese durazno
fruta dulce de jugosa promesa, que es el amor,
aún
cuando nada, sino el recuerdo
y ese alguien y nadie
tenía ojos oscuros,
como su corazón cobarde
o de mar abierto
como su corazón valiente
y todo lo encendía a su paso
y ese fuego calentaba la tierra
hasta volverla fértil
para otra vez ese amor
pero también silencio
y nada
y una voz que pudiendo decir no dice
y una boca que pudiendo besar no besa
y un árbol que ya no da frutos,
ni sueños, ni sonrisas
ni sueños, ni sonrisas
y que se vuelve ramas
donde el alma cansada
se mece en el columpio cruel
de la madrugada.
Marcia Trejo (kikey)
viernes, 17 de noviembre de 2017
Uno no busca el amor
aunque quiera encontrarlo
uno lo encuentra sentado en la banqueta
disfrazado en la lluvia
abrazado a la noche
-uno sabe-
aunque no sepa nada
que las estrellas brillan
que las flores sonríen
que el tiempo tiene un nombre
que el tiempo tiene un nombre
que ha empezado la fiesta
uno lo sabe
pero a veces
de nada sirve
Marcia Trejo (Kikey)
Noches y noches y noches
Algunas de tanto frío
otras de todo lo contrario
siempre con el corazón alborotado
expectante
siempre a punto de que sí
aunque tantas veces no.
Los ring de madrugada
golpeteaban el techo de la noche
golpeteaban el techo de la noche
las calles empedradas de quieros
ansiaban nuestros pasos,
la ganas y el deseo
bailaban en silencio
una danza de besos
una danza de besos
pero luego esa ola
que golpeteó la orilla
que borró las miradas
que destruyó
los sueños.
que golpeteó la orilla
que borró las miradas
que destruyó
los sueños.
Ya no se oye ese viento
ni el doloroso canto
de la gaviota herida,
nada se oye en la noche
ni el doloroso canto
de la gaviota herida,
nada se oye en la noche
solo los tristes grillos
que afónicos dormitan.
Se instaló el tal vez nunca,
el castillo de arena
se deshizo en la nada
nunca sabrán mis manos
dónde quedó esa
noche
que viví en tu mirada.
Marcia Trejo (Kikey)
miércoles, 15 de noviembre de 2017
lunes, 6 de noviembre de 2017
Ve la luz “Aleteo de un sueño”
producción literaria de una universitaria
En las instalaciones del Mesón de Cómicos de la Legua de la Universidad Autónoma de Querétaro, se efectuó la presentación del libro “Aleteo de un sueño”, de Marcia “Kikey” Trejo, quien precisó que es su tercera producción literaria, la cual compartió con amigos y familiares. Fue comentado por la Dra. Silvia Ruiz-Tresgallo, docente investigadora de la Facultad de Lenguas y Letras de la Máxima Casa de Estudios de la entidad; y es una publicación coeditada entre el Grupo Editorial La Otra Banda y la propia Universidad.
La Dra. Silvia Ruiz-Tresgallo afirmó que este libro es un conjunto de poemas cortos y pequeños relatos que, “a través de un lenguaje sencillo y asequible, logra transmitir conceptos de gran complejidad que impregnan de sentidos sorpresivos la cotidianidad; re-escribe un diccionario en el que las palabras adquieren nuevos significados fruto de las experiencias vividas y, quizás, soñadas”.
La autora del texto, por su parte, extendió su agradecimiento a sus padres, Juan Trejo Guerrero –cronista de la Universidad– y la Sra. Lucila; así como a sus hermanos y amigos. También, al Dr. Gilberto Herrera Ruiz, rector de la Máxima Casa de Estudios del Estado (quien estuvo presente en dicho evento) y a la Mtra. Magali Elizabeth Aguilar Ortiz, secretaria de Extensión Universitaria, por el apoyo que le han otorgado para la publicación de esta obra.
Indicó que estos textos, a los cuales llamó ‘Desvaríos’, tienen una línea común de sentimiento; “los sentimientos como amor, muerte, vida, alegría y abandono son los que dan las vueltas; me interesa lo lúdico en la literatura, la nostalgia… encontrar como si las palabras estuvieran jugando y uno meterse al juego u observar desde afuera y tratar de saber qué están haciendo, qué están diciendo”, señaló.
Marcia “Kikey” Trejo es escritora de dos obras más en solitario y ha participado en varias antologías y revistas; es profesora de Literatura, bibliotecaria de la Facultad de Medicina, actriz del grupo teatral universitario Cómicos de la Legua y locutora del programa musical Espiral de Radio UAQ.
En el evento, para amenizar la noche, se contó con la presencia del grupo musical Retroclassics, cuyos integrantes son grandes amigos de la autora.
#aleteodeunsueño
#marciatrejokikey
@marciatrejokikey
@silviaruiztresgallo
#aleteodeunsueño
#marciatrejokikey
@marciatrejokikey
@silviaruiztresgallo
jueves, 19 de octubre de 2017
LOS TRES ARQUEROS
Las tres flechas, salidas de distintas aljabas, dibujaron un triángulo en el pecho de la víctima. Los arqueros, ajenos entre sí, habían actuado sin connivencias. Al salir de los lugares donde separadamente se habían emboscado, advirtieron, coléricos, que no podían saber cuál flecha había consumado el crimen. ¿Quién era el autor de la muerte?
No lo sabían. No podrían saberlo.
El odio que los había impulsado era tan intenso que para averiguarlo, para saber quién tenía derecho a gozar de la venganza consumada, después de largas y agrias discusiones, vinieron en acuerdo de liarse en duelo, de invocar a los dioses para que sus manos infalibles señalaran en el superviviente al homicida. Tomaron sitio en campo abierto, sobre la grama. Volvieron a poner tensos los arcos, dispararon de nuevo sus flechas. Dos se derrumbaron muertos. Cuando a estos se les cayó el cuerpo al suelo, sus espíritus quedaron de pie, limpios de la envoltura corpórea y total y absolutamente limpios de la envoltura corpórea y total y absolutamente limpios, porque como está escrito en el Libro de la Llave: “Al morir cae la caparazón del cuerpo y el alma recobra su primitiva y esencial pureza”. Tuvieron entonces frente a sí el espíritu del primer muerto. Y como en el otro plano de la vida no existen odios ni rencores, caminaron los tres, unidos por un mismo rayo de luz, inocentes y jubilosos, cada uno rumbo a su respectivo cielo.
José María Méndez
miércoles, 18 de octubre de 2017
jueves, 5 de octubre de 2017
miércoles, 4 de octubre de 2017
lunes, 25 de septiembre de 2017
Quiero ponerle un espantapájaros a la vida
para que las aves negras
no se coman los granos de esperanza
para que no revoloteen los miedos
que al final no son sino el viento
que se agranda
para luego volverse suspiro
paraque en la noche esos ojos de trapo
abracen al silencio
que enmarca los graznidos de la pena
abracen al silencio
que enmarca los graznidos de la pena
paraque el amanecer encuentre el campo entero
si acaso despeinado y sudoroso
acariciado con el calor del alba
paraque los cielos reciban la mirada agradecida de los girasoles
y regalen la lluvia
que dé vida a la risa
Marcia Trejo (Kikey)
lunes, 18 de septiembre de 2017
Los días llegan con sus frutas distintas
los aromas nos engañan, nos regalan,
nos envuelven, nos alimentan,
nunca podemos comerlas todas,
sólo podemos acariciarlas,
olerlas o mirar sus colores.
Dará pena ver aquellas que van a pudrirse
pero así es la vida, un frutero precioso,
del que es difícil estar a la altura.
Marcia Trejo (Kikey)
martes, 12 de septiembre de 2017
LA CASA ENCENDIDA
Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
con aquel mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo
antes de que llegaras,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas, como estarán dentro de un año,
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente,
lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo porque todo es igual
y tú lo sabes.
Luis Rosales
miércoles, 6 de septiembre de 2017
FÁBULA DE LA ANGUILA Y EL PULPO
Algo le da a las cosas un clima de alberca,
un aire a cloro y sal se desprende de la luz que quisiera
mirar a través de las cosas.
Algo pasa en el fondo.
El pulpo se recarga y se mueve despacio y tercamente,
como si quisiera desprenderse de la idea
de una almohada que le está molestando.
La anguila lo vigila, cabecea también
y se va irguiendo para mirar qué pasa.
El pulpo abre sus dos brazos más llenos
y la anguila le toca con su boca más breve
los labios duplicados en el centro del pulpo.
Éste cierra los brazos que le quedan
en torno de la anguila y no le deja más
caminos que tensarse e insistir en el pulpo,
y no dar sino a veces marcha atrás.
Los dos se están moviendo, lubricados y vibran,
convertidos en un solo animal que nos explica
por qué se mueve el mar.
convertidos en un solo animal que nos explica
por qué se mueve el mar.
Eduardo Casar
lunes, 14 de agosto de 2017
Alina no se dio cuenta, siguió horneando sus
panquecitos como todos los días. La mesa tenía
ese florerito con pensamientos,
la harina chisporroteaba por todos lados, los moldes esperaban ansiosos
abrazar los sabores de cada panqué y todo parecía igual que siempre.
El problema empezó esa
media mañana en que después de entregar los panquecitos, éstos comenzaron a
venderse. La gente en la cafetería no
había notado nada al principio, porque la chica que compró el primero y un café, se había sentado afuera pensativa y
verla llorar no había sido una sorpresa, luego todo fue notándose más, porque
la señora Eva que era tan alegre, pidió el tradicional de chocolate con chispas de colores, acostumbraba pedir ese y mientras lo mordía,
platicaba un poco con la boca llena, de lo lindo que estaba el día, de los
planes que tenía para la tarde, etc. y ese medio día mientras el pan entraba a
su boca, ella fue quedándose callada, taciturna, con un aspecto triste.
Los panquecitos se
acabaron –como siempre- el
negocio era un éxito, lástima que a
Alina ese día no le bastaba eso para no sentirse tan infeliz como para
no haber sazonado los panquecitos con tanta melancolía y tanta amargura.
Marcia Trejo (kikey)
miércoles, 9 de agosto de 2017
Hice pedazos el abecedario
y lo lancé a los charcos que me regaló la lluvia
que ahí se pierda cada letra
con la que he podido escribir esos nombres
los nombres de los dueños de esas miradas
de los dueños de esas sonrisas
de los dueños de estas incertidumbres
y lo lancé a los charcos que me regaló la lluvia
que ahí se pierda cada letra
con la que he podido escribir esos nombres
los nombres de los dueños de esas miradas
de los dueños de esas sonrisas
de los dueños de estas incertidumbres
que cualquier coche
lance inclemente a la cara de alguien
los no nombres
para que ahí florezcan, para que ahí germinen
para que se alejen de mí
y me dejen respirar
y caminar al ritmo del olor a tierra mojada.
lance inclemente a la cara de alguien
los no nombres
para que ahí florezcan, para que ahí germinen
para que se alejen de mí
y me dejen respirar
y caminar al ritmo del olor a tierra mojada.
Marcia Trejo (Kikey)
MI JARDÍN
La única planta de mi casa es una yuca en la cochera. Dentro de su follaje viven una libélula y una lagartija; el sonido del aleteo de la libélula y el rumor que hace al correr la lagartija me confirman que ahí están. Jamás las he visto y ambas creen que nunca las he escuchado, pero gracias a ellas siento que tengo un jardín.
Margarita Ladrón de Guevara H.
lunes, 19 de junio de 2017
lunes, 12 de junio de 2017
martes, 6 de junio de 2017
CASA PRIMERA
De niña dormí en los brazos de mi abuela
como la luna en el corazón del cielo.
La cama: algodón que salió de la fruta del pochote.
Hice de los árboles aceite, y a mis amigos les vendí
como guachinango la flor del flamboyán.
Como secan los camarones al sol, así nos tendíamos sobre un petate.
Encima de nuestros párpados dormía la cruz de estrellas.
Tortillas de comiscal, hilos teñidos para las hamacas,
la comida se hacía con la felicidad de la llovizna sobre la tierra,
batíamos el chocolate,
y en una jícara enorme nos servían la madrugada.
Natalia Toledo
____________
miércoles, 31 de mayo de 2017
Es claro que hay una relación entre la vida y la obra de un escritor pero esa relación nunca es simple. La vida no explica enteramente la obra y la obra tampoco explica a la vida. Entre una y otra hay una zona vacía, una hendedura. Hay algo que está en la obra y que no está en la vida del autor; ese algo es lo que se llama creación o invención artística y literaria. El poeta, el escritor, es el olmo que sí da peras.
Octavio Paz
"Las trampas de la fe"
jueves, 25 de mayo de 2017
miércoles, 24 de mayo de 2017
El poema es una posibilidad abierta a todos los hombres, cualquiera que sea su temperamento, su ánimo o su disposición. Ahora bien, el poema no es sino eso: posibilidad, algo que sólo se anima al contacto de un lector o de un oyente. Hay una nota común a todos los poemas, sin la cual no serían nunca poesía: la participación. Cada vez que el lector revive de veras el poema, accede a un estado a un estado que podemos llamar poético. el poema es vía de acceso al tiempo puro, inmersión en las aguas originales de la existencia. La poesía no es nada sino tiempo, ritmo perpetuamente creador.
Octavio Paz
viernes, 19 de mayo de 2017
Voy a contarles esto porque es mentira.
Una noche, quién sabe de qué año, un hombre tocó a mi puerta. Miré por una ranura y distinguí su silueta. Lo había visto pero no lo conocía. Entre desconfiada y curiosa abrí la puerta y apenas quedamos frente a frente él me tomó la mano, se acercó y recargó su cabeza en mi hombro con ternura.
El asombro y el silencio acariciaban nuestros corazones. El desconcierto nos miraba discretamente. Así pasó quién sabe cuánto hasta que me besó.
Esa noche abrió la puerta de mi corazón y desde ese día, años y años de algunos encuentros y muchos desencuentros en los que la constante eran la sorpresa, el deseo, la posibilidad, los besos y la intermitente idea de terminar con eso.
Desde entonces, cada lugar, cada momento, cada sueño, cada deseo, cada madrugada y hasta cada cansancio tienen su nombre. Mi corazón late pero es un fantasma que espera su regreso.
Él vuelve siempre, siempre en silencio, siempre con esos ojos de tormenta que dicen lo que no sienten, o quién sabe.
Yo he puesto doble llave a la puerta de mi alma, pero todas las noches miro por la ranura esperándolo y él vuelve y vuelve pero nunca está y nunca se queda.
Yo he puesto doble llave a la puerta de mi alma, pero todas las noches miro por la ranura esperándolo y él vuelve y vuelve pero nunca está y nunca se queda.
Les digo que es mentira porque el misterio se ha vuelto una enredadera que nadie ha visto y porque si todo esto fuera verdad, sería todavía más difícil de creer.
Marcia Trejo (Kikey)
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