Hubo
quien quiso venir
quien emitió sonidos que se volvieron aves
palabras
de plumas de colores
que
vertieron su canto
en la
vasija de mi corazón,
quien
miró mis órbitas luminosas
y se
quedó descansando ahí
hasta volverme nido
Hubo quien dijo una y otra vez
ven, cielo, puente, besos, risas,
y ese quien no era nadie
y era alguien
y tenía un nombre
y yo no podía decirlo
y no quería
pero le daba vueltas en mi boca
como al
hueso de ese durazno
fruta dulce de jugosa promesa, que es el amor,
aún
cuando nada, sino el recuerdo
y ese alguien y nadie
tenía ojos oscuros,
como su corazón cobarde
o de mar abierto
como su corazón valiente
y todo lo encendía a su paso
y ese fuego calentaba la tierra
hasta volverla fértil
para otra vez ese amor
pero también silencio
y nada
y una voz que pudiendo decir no dice
y una boca que pudiendo besar no besa
y un árbol que ya no da frutos,
ni sueños, ni sonrisas
ni sueños, ni sonrisas
y que se vuelve ramas
donde el alma cansada
se mece en el columpio cruel
de la madrugada.
Marcia Trejo (kikey)
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