Los días llegan con sus frutas distintas
los aromas nos engañan, nos regalan,
nos envuelven, nos alimentan,
nunca podemos comerlas todas,
sólo podemos acariciarlas,
olerlas o mirar sus colores.
Dará pena ver aquellas que van a pudrirse
pero así es la vida, un frutero precioso,
del que es difícil estar a la altura.
Marcia Trejo (Kikey)
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