Como dijo Juan Gabriel:
Aunque malgastes, el tiempo sin mi cariño
y aunque no quieras este amor
que yo te ofrezco
de cualquier modo,
yo te seguiré queriendo.
O al menos por un tiempo porque luego
como Jaime Sabines,
"Espero curarme de ti...
dejar de fumarte, de beberte, de pensarte"
Es posible. Me receto abstinencia, soledad.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve.*
*Jaime Sabines.
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