Sufro el mar de la calle... | ||
Sufro el mar de la calle. La distancia
que separa las llamas de tu coche que da vuelta en esa esquina para siempre
otra. Este hogar se desangra. Tejo el poema con las palabras que dejaste
heridas sobre el plato. Palabras inconclusas. Crece la bugambilia sobre una
barda demasiado lisa y la luna levanta su grito blanco sobre la azotea de mi
diluvio. Tengo un tigre en la piel. Salgo a buscar las huellas de una ruta
trazada en el aire de esta ciudad abierta hacia el abismo. Quiero seguir la
trayectoria de tu aroma en el bosque que inicia en la banqueta. Presa tibia tu
corazón alado que se aleja de mis armas de fuego. Queda el olor a pólvora y el
humo de una rendición que en la cocina de mis besos toma el sabor de la
renuncia. Dónde. Dónde las coordenadas para tender la trampa. Qué sino he de
invocar, qué aullido, para hacerte salir del escondite sin orillas, de la
ausencia.
[Carmen
Villoro]
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martes, 30 de julio de 2013
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