Me desperté
y la casa era más alta y más vieja y no era la casa. Me desperté y un grupo de
adolescentes contaba historias de terror alrededor de una fogata y yo era uno
de los adolescentes y era uno de los personajes de una de las historias. Me
desperté y unos médicos debatían sobre las condiciones del colon que examinaban
y al parecer era el mío y yo era uno de los especialistas y emitía alegremente
mis opiniones. Me desperté y todo estaba en orden, la pared naranja, la tele
encendida, el reloj en la pared. Me desperté y viajaba en un tren que trepaba
una montaña. Me desperté y estaba dormido, soñando.
Fabián Vique
No todo es sueño el de los ojos cerrados
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