Sigilosamente miro al fantasma,
muy discretamente él me ignora
el viento lo envuelve y transfigura
sutil el abandono
una danza callada
lo aleja lentamente
ya no suenan sus labios
silencioso resbala
del sueño en que lo nombro
y en el quicio del alma
ni el eco de sus ojos
ni sus pasos
ni nada.
Marcia Trejo
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