…La literatura mexicana, desde la Historia verdadera de la
conquista de la Nueva España hasta Obsesivos días circulares y de fray
Bernardino de Sahagún a fray José Emilio Pacheco, es un solo y vasto intento de
recuperar la memoria recuperando la palabra. (...)
Porque en México la palabra pública, también desde tas Cartas
de relación de Cortés hasta el penúltimo informe presidencial, ha vivido
secuestrada por el poder y el poder, en México, es una operación de la amnesia.
Si no fuese por la tarea de algunos escritores, la historia de México no
tendría más voz que el zumbido de las moscas en los basureros de los discursos,
las falsas promesas y las leyes incumplidas. Y cuando digo escritores, lo digo
en el más amplio sentido: me refiero lo mismo a sor Juana Inés de la Cruz, que
salva del silencio al virreinato, que a Emiliano Zapata, que alguna vez salvó a
la Revolución de la mentira.
La lucha por la palabra, entre nosotros, equivale a la lucha
por el poder, pero no por el poder burocrático, el poder armado o el poder
retórico, sino por el poder ciudadano y personal, por el poder histórico de
cada mexicano.
Carlos Fuentes
Fragmento del prólogo de
Todos los gatos son pardos
Todos los gatos son pardos
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