No es que hubiera venido en silencio, no es que fuera una sorpresa, de hecho gritó, dio manotazos, aún así, sentí que llegó de repente. Entró de golpe, se acercó y me cubrió con sus brazos helados.
Invieeeeeeerno, dijo susurrando, mientras se recostaba junto a mi corazón.
Marcia Trejo (Kikey)
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