Caí en el hueco de la brevedad
en la saliva sincera de ese momento sobre el puente
en la risa dulce o no
de esa mirada llena de deseo
probablemente era de noche
pero la madrugada, el amanecer, el día corriendo
y la tarde de rosas, rojos y morados
me ataban a su abrazo
me anclaban a la maravilla de coincidir
de amar
de creer amar
de por un momento creer en el amor
de alucinar que en ese sueño me elevaba hasta la estrella
más lejana
y así fue
sin importar nada o casi nada
hicimos mantas con silencios de colores
hicimos mantas con silencios de colores
arrancamos raíces
para que los árboles bailaran con nosotros
juntamos la lluvia con las manos
para que los árboles bailaran con nosotros
juntamos la lluvia con las manos
para hacer un mar donde pudieran navegar nuestros
sueños
Después se murió todo
hoy visito al cadáver
que flota en una alfombra de florecitas
que abren y cierran los ojos
quién sabe para qué
quién sabe desde cuando
y ya no importa
aunque importe
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