miércoles, 25 de marzo de 2015

De mañanas con sueño en los ojos
de aromas que antojan o recuerdan
de canciones que cuentan nuestras vidas
de paisajes que han llenado nuestras almas
de todo ese dolor que dan las despedidas...

del miedo que tenemos de casi todo
de incertidumbres y certezas
del vacío que nos devora
del privilegio de querer y ser queridos
de un momento en el que detenemos la mirada
para descubrir figuras en el cielo
de mucho frío, de mucho calor
de mil ganas de hacer algo
de cero ganas de hacer algo
del tiempo que pasamos con los amigos
de los besos que hemos dado y recibido
de los que no hemos podido dar
y no nos han dado
de lo que aprendemos todo el tiempo
de lo que soñamos
de ese momento en el que logramos algo
de ese momento en el que nos damos cuenta
de que hacemos la diferencia en la vida de alguien
de todo eso y tantísimo más


estamos hechos

lunes, 23 de marzo de 2015


Un hombre y una mujer nunca son sólo eso
hay abismos,
distancias insalvables,
temores, dudas
y en medio de todo eso
un amor que se pierde

jueves, 19 de marzo de 2015



Uno puede vivir sin aquello que desea,
lo difícil es vivir sin la esperanza de tenerlo.

.

sábado, 14 de marzo de 2015


"Hermosísima mañana lluviosa"
Foto: Yunuen Piña

CUENTO 

Conocí a Silverio una tarde en que llovía a cántaros. De la farmacia a mi coche había un toldo que podía salvarme de quedar hecha sopa, entonces corrí y me resguardé. Silverio venía corriendo y descansó sus pasos también bajo el toldo verde.
 Como en esos encuentros uno, o de plano no dice nada y nada más sonríe, o empieza a decir tontería y media, me sorprendió que Silverio me mirara y se quedara serio, no enojado, no triste, no amenazante, nada más serio y luego dijo: Te pareces a ella.
Como ahí no había ninguna ella, pregunté “a quién?”, y él se quedó callado como si la estuviera viendo y no pudiera creerlo.
Los segundos o minutos que pasaron construyeron un puente que conectaba mi pensamiento a su mirada y ahí estuvimos transitando el puente por un rato.
Llovía muy fuerte, pero mi carro estaba cerca y decidí irme, le dije entre dientes, bueno..mm..m... no para... mmm pero...me voy y apreté el paso.
Mientras me alejaba él grito mi nombre, me paré en seco, pero la lluvia en mi espalda me empujo al coche, entonces caminé rápido y antes de subir escuché que gritaba “Soy Silverio!!”.
¿Por qué sabía mi nombre?, mientras manejaba trataba de encontrar la conexión, podría saber de mí por cualquier casualidad, pero ¿yo lo conocía?
Al llear a mi casa tomé un baño caliente y me acosté, pensaba en él y continuaba buscando la respuesta. Como me distraje con ese pensamiento no tomé el medicxamento, que todavía descansaba en la caja cerrada dentro de la pequeña bolsa.
Estaba dormida y el ruido de la puerta me despertó. Abrí los ojos, bajé de la cama y me asomé por el barandal de la escalera. Era Silverio, subiendo como si conociera perfectamente la casa, tenía otra ropa, tenía un portafolios, tenía una cara de tranquilidad y cansancio, y también una cara de amor.
Él parecía no darse cuenta de que yo estaba completamente confundida, entonces me dio un beso y me preguntó si había tomado el medicamento.
Aunque yo sabía que no lo conocía, -bueno, que acababa de conocerlo-, tampoco podía asustarme, correrlo o gritar, porque se veía que él vivía ahí, que conocía todo, que sabía que yo tenía que tomar ese medicamento
.
Caminó hacia la habitación delante de mí y cuando comenzó a desvestirse me di cuenta de que ahí estaban sus cosas, un lugar donde había otro portafolios, sus zapatos dentro del closet, luego entró al baño y yo ya completamente boquiabierta me senté en la cama.
Entonces volvió se acostó y me llamó a su lado, ven ya es tarde, ah! no sabes lo que me pasó, encontré a una mujer que era idéntica a ti.
Sin entender absolutamente nada y casi sin habla me dormí junto a él como nunca / como siempre y pensé que fuera como fuera, iba a quedarme abrazada a ese hombre que me ofrecía una vida que yo estaba esperando.


Se quitó el traje de conejo y lo tendió en el arbusto.
La voz de conejo la dejó en la mesita de centro.
Se dio cuenta de que tenía unos pensamientos de conejo y volvió a la sala para meterlos en un cajoncito.
Convertido en otro salió y echó a andar por la orilla del camino.
Estaba cansado de vivir sólo en la imaginación, estaba harto de ser el esponjado conejito en el que ella pensaba cuando tenía miedo.
Se fue pero no iba muy lejos cuando ella salió a buscarlo. Llena de lágrimas llegó hasta donde el otrora conejo iba caminando. Por supuesto no lo reconoció, así que miró para todos lados con tristeza y caminó solitaria de regreso a la casa.

El conejo que ya no era conejo lamentó mucho que ella no lo abrazara, le dolió verla triste y no poderla consolar.


Supo que en la vida las cosas son mucho más difíciles y añoró aquellos días en los que sólo vivía en la imaginación.


 

 
 Marcia Trejo
 9 de septiembre de 2007

jueves, 12 de marzo de 2015


En la plaza sin luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre
con el mismo temblor del primer día
todas las noches...

 
Rafael de León
Fragmento de "Hora"

Si me manda señales de humo
es porque hubo fuego.
 
 
Rain by Sofia Bonati

lunes, 2 de marzo de 2015

Los amantes se miran como nadie los mira y hasta las sábanas que los envuelven son otra cosa en el lenguaje de pájaros anhelantes que los anima.



Alberto Ruy-Sánchez.

domingo, 1 de marzo de 2015

Tu nombre, como el hueso de una dulce fruta,
sigue dando vueltas en mi boca.



Marcia Trejo (kikey)