jueves, 31 de julio de 2014


La cosmogonía prehispánica registra un momento de intenso dramatismo en que los astros se detuvieron y el viento no soplaba. El cosmos vivía en paréntesis. Para reactivar la vida, los dioses se reunieron en Teotihuacan. En un gesto de desesperación sagrada, acordaron suicidarse. Entonces surgió un disidente. Fray Bernardino de Sahagún lo relata en estos términos: “Dícese que uno llamado Xólotl rehusaba la muerte.”
El dios reacio era gemelo de Quetzalcóatl. Con fría lucidez, argumentó que el sacrificio sucedería en vano. Tuvo razón. Los dioses se aniquilaron sin que soplara el viento.
El clarividente Xólotl es un dios conflictivo. Mostrar lucidez en contra de la mayoría no otorga prestigio. En consecuencia, el gemelo oscuro de Quetzalcóatl adquirió una reputación incierta. De acuerdo con Roger Bartra, fue visto como “un numen ligado a la muerte y a las transformaciones”. Perduró como una deidad ambigua: el dios ajolote.
 
 
 

Juan Villoro
Sortilegios
del agua

sábado, 26 de julio de 2014


A mí me encanta mi corazón
pero en este momento tengo ganas de sacarlo, lavarlo
y ponerlo al sol, como aconsejaba el querido Sabines.

Uno escribe porque cree que así cambia el mundo o lo entiende.




Ángeles Mastretta

martes, 22 de julio de 2014

“El corazón humano es más proclive a entender mejor una idea o un pensamiento cuando se le obsequia en forma de cuento." ( Federico Campbell )


El maestro Campbell, a partir de Chomsky, Proust, Lacan y por supuesto Jung, nos habla del "inconsciente narrativo" para referir ese caudal de historias que fraguamos de manera indeliberada, como una predisposición neurobiológica innat
a que nos constituye y define. Las ramificaciones de este concepto se vuelven tentadoras para inferir: tal vez más que por el lenguaje que nos permite expresarnos, somos humanos por nuestra capacidad de urdir historias. Y podríamos hablar entonces de un generalizado "Síndrome de Scherezada", recordando a la joven oriental que salvó la vida al contar cada noche un relato al sultán homicida, porque sin historias con las cuales entendernos, rebobinarnos, reinventarnos, perderíamos nuestra vida psíquica y emocional.

(...)

Y es que de eso se trata el asunto de esa narrativa inmanente a nuestra hambre de urdir historias. Un pálpito en el tiempo, una sombra en movimiento, una Scherazada que susurra a nuestro oído: "Aún estás vivo".



Ana Clavel
De no haberte aparecido de improviso,
habría tenido tiempo de ensayar la lucidez
que ahora tanto echo de menos cuando intento describirte.
 


@Genrus

Qué hago en esta barca a mitad de la noche?
dónde quedaste tú ?
me oyes si grito?
El silencio responde
mientras se aleja esta barca

sábado, 19 de julio de 2014


Hay de entre todas las horas unas que son las horas quietas. Y no son quietas porque sean eternas (que lo son), sino porque son blancas y sosas. Sin embargo, no todas las horas blancas y sosas son "quietas"; sólo aquellas que siguen a una gran conmoción. Blancas y sosas las tenemos a diario, cuando estamos ajenos ante el televisor o cuando nos cortamos las uñas o vemos por la ventana sin interés h
acia la calle, pero éstas no son quietas. Las horas quietas de que hablo parecerían aburridas pero tampoco lo son. En el aburrimiento el vagón en el que viajamos se desengancha de la locomotora y no va hacia ninguna parte, en las horas quietas no ocurre eso, más bien estamos embobados viendo las maniobras que se hacen para volver a colocar nuestro vagón sobre las vías y como la locomotora vuelve por nosotros. En las horas quietas uno piensa, o al menos yo suelo hacerlo, precisamente, en las horas quietas, en el tiempo especialísimo que representan, pues, hay una vivencia de que el peligro ha pasado y "nos salvamos", pues la manaza pavorosa de lo real se repliega y esconde sus garras como un gato que guarda sus uñas. Las horas quietas son las horas en las que uno convalece con el cuerpo dañado, pero con la seguridad de que a unos días, a unas semanas o a unos pocos meses acabarán las horas quietas y la vida regresará a su cauce, cualquiera que éste sea.
Por lo demás, que lentas y malditas son las horas quietas, que nostalgia de estar en la balacera de la vida, en pleno desmadre, jugando a estar vivo, atreviéndose a estar vivo, arriesgándose para estar vivo. Escribo y pienso esto desde estas horas quietas.
Óscar de la Borbolla

martes, 15 de julio de 2014

Quiero pasear por la noche
llamada también tu piel morena
y guiar mi andar por las estrellas
llamadas también tus ojos que me miran.

lunes, 14 de julio de 2014

«No pensaba caer,
pero ya he dicho que eres abismo».

 


 Germán Renko

domingo, 13 de julio de 2014


El  GRAN GARABAÑA

La magia tiene límites. Ni el más audaz de los magos se atreve a prometer que podrá cumplir un deseo cualquiera, incluso un deseo sencillo, de sus espectadores. Pero el Gran Garabaña promete, con gran despliegue de artificios, lo contrario. Con su magia puede lograr que tus deseos no se cumplan jamás. Su fama internacional seguirá creciendo mientras nadie se atreva a ponerlo a prueba.




Ana María Shua
 
LOVE
S. Noulan
Irse no es la respuesta
cuando el alma insiste en ser y estar.
 




@PlaceboAzul
el derrumbe de tus ojos cerrados,
de tu boca diciendo nada
y siendo todo

 



@sou_coral

miércoles, 2 de julio de 2014



     Angélica Gorodischer que había escrito un par de libros, tres para ser exactos, encontró una vez en un diccionario la palabra jubea que suena tan bien, pero tan bien, con tantas vocales, una suave be y una jota que puede aspirarse en una casi hache, que decidió adoptarla. No le importó que se tratara de una palmera que no da flores. "Soy una escritora" se dijo, "y buenas o malas o regulares, las escritoras estamos para eso, para conferir al mundo otra realidad".




Angélica Gorodischer
"Las jubeas en flor"

martes, 1 de julio de 2014

    No es fácil sobrevivir a un naufragio, sobrevivir a dos es terrible y emocionante. Lo único que no se puede hacer es sentarte en la playa a llorar todo lo que perdiste. Lo importante es que no perdiste todo. Por ahí queda el velamen de alguna ternura, la proa de aquella pasión, los frágiles remos de algún gozo. Toda la ciencia consiste en negarte al llanto, conferirle ese privilegio al mar, zambullirte y rescatar lo que quede.


Germán Dehesa
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Feliz cumpleaños querido Germán!!!!!!!